Se caracteriza por la presencia de obsesiones y/o compulsiones. Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan como intrusivos y no deseados de tipo, por ejemplo de contaminación, imágenes de escenas violentas o terroríficos, o impulsos de agredir a alguien o de naturaleza repetitiva y persistente. Las obsesiones no son placenteras ni se experimentan de forma voluntaria: son intrusivas y generan malestar y ansiedad en la mayoría de los pacientes., mientras que las compulsiones (o rituales) son conductas repetitivas o actos mentales que un sujeto se siente impulsado a realizar en respuesta a una obsesión o de acuerdo con reglas que deben aplicarse rígidamente, por ejemplo de lavado, comprobación o actos mentales como contar, repetir palabras en silencio, o de carácter repetitivo que el individuo se siente impulsado a realizar en respuesta a una obsesión.
La mayoría de los pacientes con trastornos obsesivo-compulsivo (TOC) tienen creencias disfuncionales, como un sentido exagerado de la responsabilidad, así como de la tendencia a sobreestimar las amenazas, el perfeccionismo, la intolerancia a la incertidumbre, otorgando excesiva importancia a los pensamientos y las necesidades de controlar los pensamientos. Los pacientes con TOC tienen tanto obsesiones como compulsiones. La compulsión se realizan típicamente en respuesta a una obsesión, por ejemplo los pensamientos de contaminación que generan los rituales de lavado.
El TOC está asociado con una menor calidad de vida del sujeto, así como con altos niveles de deterioro en la vida social y laboral, pudiendo llegar a agravar los síntomas. El deterioro puede venir condicionado por el tiempo que se emplea en las obsesiones y las compulsiones.
La prevalencia es aproximadamente de 1,8%, siendo las mujeres las que se ven más afectadas con una tasa ligeramente más alta que los varones en la edad adulta, aunque los varones se ven más frecuentemente afectados durante la infancia.
El desarrollo y curso del TOC se inicia alrededor de los 19 años, y el 25% de los casos se inicia a la edad de 14 años. Es inusual que comience después de los 35 años, pero puede acontecer.
Los factores de riesgo y pronóstico son:
- Temperamentales: la sintomatología interior junto con una excesiva emotividad negativa y la inhibición del comportamiento en la infancia son posibles factores que pueden generar un riesgo temperamental.
- Ambientales: El mayor riesgo se encuentra en el maltrato físico y sexual en la infancia, junto con otros sucesos estresantes o traumáticos pueden desarrollar el TOC.
- Genéticos y fisiológicos: la tasa de TOC en los familiares de primer grado de los adultos con TOC es aproximadamente dos veces mayor que entre los familiares de primer grado de los que no tienen el trastornos.
La sintomatología del trastorno obsesivo-compulsivo:
- Presencia de obsesiones, compulsiones o ambas:
- Pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan en algún momento durante el trastorno como intrusas o no deseadas, y que en la mayoría de los sujetos causan ansiedad o malestar importante.
- El sujeto intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o neutralizarlos con algún otro pensamiento , es decir realizando una compulsión.
- Las compulsiones se definen por
- Comportamientos, por ejemplo lavarse las manos, ordenar, etc., o actos mentales, por ejemplo rezar, contar, repetir palabras en silencio, siendo estos repetitivos que el sujeto realiza como respuesta a una obsesión.
- El objetivo de los comportamiento o actos mentales es prevenir o disminuir la ansiedad o el malestar, o evitar algún suceso temido.
- Las obsesiones o compulsiones requieren mucho tiempo, por ejemplo ocupan más de una hora diaria, o causan clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes de funcionamiento.
BIBLIOGRAFIA
Gavino, A. (2013). Trastorno Obsesivo-Compulsivo. Editorial Pirámide. Madrid.
Cibersam. (2015). DSM-5. Editorial medica panamericana. Madrid.