Cómo no deprimirse en Navidad
¿Cuántas veces hemos escuchado por esta misma época lo de “llega la Navidad y me deprimo”? Socialmente nos enseñan que debe ser una época alegre, donde todo tiene que ser bonito, todo se perdona y donde se olvidan los resentimientos. Son muchos los mensajes en todos los medios de comunicación que nos bombardean con que la Navidad es una época de amor y paz.
Para que todo esto suceda es necesario un gran esfuerzo personal y una actitud muy positiva que nos genere esa sensación de bienestar y felicidad que debemos tener durante esa época, cosa que en la mayoría de los casos no es cierta.
La sintomatología desadaptativa que se produce durante este periodo viene ocasionada por la interferencia que nos origina la idealización que tenemos de familia feliz, unida, con regalos y comidas y cenas fantásticas, conceptos que están alejados de la realidad de muchas personas que no viven la Navidad como socialmente se supone que la tenemos que vivir.
Si preguntamos a nivel general si ¿te deprimes en Navidad? la respuesta en muchas ocasiones es afirmativa. Sobre todo por la amalgama que se genera entre aspectos personales y situacionales, que difieren mucho de la idealización que se produce.
Podríamos encasillar dentro de una situación normal sentir apatía, desgana o tristeza dentro del periodo navideño. Sin embargo, estar estrictamente deprimido implica que aparece un estado de ánimo depresivo que no es corriente en el sujeto, durante un periodo superior a dos semanas, teniendo que permanecer durante todo el día y mantenido en el tiempo de una forma perseverante. Puede aparecer una cierta disposición por actividades que con anterioridad nos generaban placer, llegando a producir un incremento considerable de desgana y fatiga.
En muchas ocasiones aparecen la retirada de repuesta emocional ante un acontecimiento que generalmente nos producía sensación de bienestar, alteraciones de sueño, sobre todo para conciliarlo, disminución en el apetito sexual, alteraciones en la capacidad para concentrarse, en las comidas…
¿Cómo podemos evitar que aparezcan estos estados en Navidad?
Hay que aprender a sentirse felices con las pequeñas cosas que nos proporciona la vida, tener planteamientos cotidianos objetivos y realistas, llegando incluso a gozar de las pequeñas actividades de ocio, descanso e inactividad.
Es importante tener en cuenta que los problemas son propios de nuestra rutina diaria y que si los afrontamos con una actitud buena serán mucho más llevaderos.
En el caso de que se observe que nos somos capaces de sobrellevar la situación nosotros mismos es cuando es conveniente acudir a un profesional de la psicología para que te pueda ayudar. En muchos casos puede aparecer el trastorno afectivo estacional, que hace referencia al tipo de depresión que sucede en una cierta época del año, generalmente durante el invierno.
Antes de eso, unos consejos para sobrellevar estos días:
- Dormir lo suficiente.
- Llevar una dieta saludable.
- Controlar los atracones en las comidas y cenas familiares.
- Trate de hacer ejercicio de una forma regular
- No se exceda con el consumo de alcohol o tóxicos.
- Es importante rodearse de amigos y familiares que te hagan sentir comprendido y apoyado.
- Si aparecen pensamientos distorsionados es importante realizar una evaluación de ese tipo de pensamiento y el síntoma que nos genera, para transformarlo en algo más beneficioso para nuestras emociones.
Para no deprimirnos esta época navideña lo más favorable es disfrutar de todas la actividades que realicemos, sean del tipo que sean, y no tener vergüenza en declinar las que no nos apetezcan realmente. Pero si nos vemos obligados, afrontarlas con optimismo nos ayudará siempre. Son muchas las ocasiones en que la vida nos presenta situaciones que no son agradables, pero hagamos un esfuerzo para conseguirlo y en la cena más pesada podemos encontrar momentos divertidos.
Un saludo y os deseo una Feliz Navidad.